Una escapada romántica a Francia siempre es una buena idea. Y más, si la estancia es en estos hoteles donde dar rienda suelta a vuestro amor, ya sea en un spa flotante o en una suite con vistas a la Torre Eiffel.

Le Grand Monarque (Chartres)

Las mejores escapadas románticas a veces solo necesitan acompañarse de un entorno evocador, un spa y gastronomía deliciosa. Eso, y mucho más, es lo que hallarás en Le Grand Monarque.

Ubicado en el corazón de Chartres (al suroeste de París), este hotel familiar de 4 estrellas está emplazado a tan sólo 5 minutos de la catedral, lugar designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Además de un bristro, un bar y una bodega, las parejas sucumbirán ante la propuesta de Le Georges, un restaurante galardonado con una estrella Michelin que ofrece platos de temporada y grandes clásicos como el paté de Chartres, todo bajo la lente del chef Thomas Parnaud.

Su spa, su gimnasio y sus habitaciones conjugan confort con una calidez inequívoca, en una decoración que te transportará a principios del siglo XVIII con su mobiliario de estilo Regencia salpicado por un dejo de diseño contemporáneo.

Château de Beaulieu (Busnes)

Tras adquirir Château de Beaulieu en 2021, Delphine y el chef Christophe Dufossé se han encargado de aportar a este sitio un sentido de hogar abierto a la naturaleza, trasmitiendo una sensación de calma e intimidad que en ningún momento abandona sus raíces o la hospitalidad en su punto álgido.

Afincado en Busnes, al norte de Francia entre la Costa de Ópalo y Bélgica, dicho paraje concebido en 1680 permite sucumbir ante una fachada con ladrillos a la vista, mientras es posible descansar en sus más de veinte elegantes habitaciones, algunas de ellas con grandes ventanales a la naturaleza.

¿Qué más sorprenderá en Château de Beaulieu a los enamorados? Un restaurante con estrella Michelin con su "Comedor del Chef", una brasserie de estilo campestre y un jardín aromático con flores comestibles.

"Es una escapada perfecta para las parejas que buscan la vida en el campo, ya que el Château está rodeado de parques, jardines y bosques, todos ellos cultivados para preservar la biodiversidad".

Chouchou (París)

Hablemos de Chouchou, un hotel en París que no solo brilla por sus cuatro estrellas. Sino por un espacio en el que las parejas y todo aquel que acuda se perderá entre un ambiente de cultura pop francesa que lleva como bandera la decoración contemporánea.

Dentro de sus 63 habitaciones, Edith Piaf y Serge Gainsbourg, dos de sus Junior Suite, destacan por elementos como fonógrafos de época y bañeras independientes, mientras que la Suite L'Arrache-Coeur conquista por una sala de estar equipada con tocadiscos y un sinfín de libros.

Afincado en el Quartier de l'Opera, entre los Grands Magasins y los Grands Boulevards, su bar guinguette, un mercado que ofrece productos del mar, La Mer à Boire, y una carta exclusivamente francesa con productos frescos directamente de los productores, La Grande Bouffe, sin lugar a dudas estimulan los paladares.

Chouchou asegura una escapada divertida al disponer de un programa con actuaciones de jueves a domingo por la noche, para que así los enamorados descubran a los artistas del momento.

Brindos, Lac & Château (Anglet)

Continuamos la ruta del amor en Francia por Brindos, Lac & Château, una maison que rinde tributo al País Vasco francés en Anglet, a pocos kilómetros del centro de Biarritz.

Sus 10 alojamientos flotantes en forma de habitaciones independientes -a los que sólo se puede acceder con pequeñas embarcaciones eléctricas-, y su spa flotante forman parte del patrimonio histórico de este lugar, en el que se experimenta un indudable dejo de modernidad, elegancia y confort.

En uno de los mayores lagos privados de Francia se desenvuelve un entorno de autosuficiencia energética, que a su vez se complementa con un restaurante de vistas 180° sobre el lago. Las parejas tendrán allí una inmersión culinaria en la más pura tradición vasca, salpicada de un toque de creatividad.

Hôtel Alfred Sommier (París)

Próximo a L'église de la Madeleine y boulevard Malesherbes, Hôtel Alfred Sommier propone adentrarse en una lujosa mansión privada de la alta burguesía parisina.

Una vez habitada por la familia Sommier, y actualmente en manos de uno de sus descendientes, Richard de Warren, este hotel presume de su hospitalidad según una etiqueta contemporánea.

Gastronomía del chef Edouard Ogier, un bar con sillones de terciopelo y 80 habitaciones acogen a quienes quieren disfrutar de París un fin de semana. Sin olvidar las seis habitaciones con terraza que se abren a la Ciudad de la Luz y a las magníficas vistas de la Torre Eiffel. ¿Existe algo más romántico?

Es un destino más que sugerente por sus experiencias: una cena para dos en su terraza privada, cocktails en su "secret garden", desayuno especial, y además, el servicio concierge para asistir a las parejas con sus planes en París.