El otoño puede presentarse sin dudas como una estación ideal para pasear, alejarse de las rutinas urbanas y conocer los sitios más pintorescos, sin viajar demasiado.

Los paisajes adoptan colores majestuosos y las temperaturas aún no son tan drásticas. Por eso, tener a mano un listado de pueblos rurales, poco poblados y rodeados de naturaleza, resulta ideal, independientemente de en qué sitio de España te encuentres.

En este caso, todos tienen un punto en común: en sus alrededores abunda lo verde, las plantas y lagos. Además, ofrecen una variedad de actividades para hacer en tan solo uno o dos días de estadía.

5 PUEBLOS RURALES RODEADOS DE NATURALEZA

1- OCHAGAVÍA

Es la puerta de entrada a la Selva de Irati. Esta localidad se encuentra en la Comunidad Floral de Navarra, y se presenta como el lugar perfecto para pasear sin rumbo en los meses otoñales.

Caminar por sus calles estrechas o asomarse a su puente de piedra sobre el río Salazar son buenas opciones para disfrutar del aire puro.

Un obligado para quienes visiten el pueblo es recorrer un tramo de la selva, el segundo mayor bosque de hayas y abetos de Europa, después de la Selva Negra en Alemania. Este extenso territorio de gran valor natural y ecológico cambia sus colores en otoño, lo que hace imposible no enamorarse.

2- POTES

Esta localidad de Cantabria fue nombrada Capital del Turismo Rural 2020, y el otoño es una de las mejores épocas del año para disfrutarla.

Potes fue nombrado Capital de Turismo Rural en 2020. (Foto: Wikipedia).

Está rodeado de un paisaje impresionante, en la confluencia de cuatro valles y la unión de dos ríos (el Quiviesa y el Deva). Aunque el casco histórico es muy pequeño, desprende un encanto especial, con sus torres, puentes y caserones.

Quienes lo han visitado también distinguen el microclima del que goza el pueblo, lo que le otorga un plus a la hora de pensar en acercarse. Un obligado como excursión es la montaña Arabedes, a la que se puede ascender desde la villa.

Además, es uno de los municipios por los que pasa la Ruta Lebaniega, que enlaza el Camino de Santiago de la costa con el Camino Francés.

3- CASTELLFOLLIT DE LA ROCA

Este pueblo es atractivo porque cuenta con un paisaje único por su geografía: se alza sobre un espectacular risco de basalto de 50 metros de altura y de casi 1 kilómetro de longitud.

Las vistas son, din dudas, el distintivo de este pueblo.A (Foto: Pep Callís-Ayuntamiento Castellfollit de la Roca).

Perderse entre las estrechas calles del pueblo y desembocar en la iglesia de San Salvador también es una opción casi obligada. Además, en el extremo del risco, donde se encuentra el templo, hay un mirador con vistas privilegiadas y no fallará a la hora de capturar los mejores momentos para compartir en las redes.

Además, Castellfollit es una de la puertas de entrada al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha.

4- EL TIEMBLO

Está situado en la provincia de Ávila, a tan solo 90 kilómetros de Madrid. Además de lo pintoresco, una de las mejores actividades que se recomiendan para hacer allí es una ruta de senderismo por su castañar.

En el bosque se conserva un ejemplar centenario que se ha convertido en un popular punto turístico de la Reserva Natural del Valle de Iruelas.

Por supuesto por el camino se puede disfrutar de los colores contrastantes que el otoño aporta a la naturaleza que rodea al pueblo y el aire de libertad.

5- SEPÚLVEDA

Se trata de una villa medieval que atrapa por sus callejuelas de piedra e iglesias románicas, que le dan ese aire de detenido en el tiempo. Se encuentra muy cerca del parque natural Hoces del Río Duratón, donde las aguas del río dibujan un paisaje único en Castilla y León.

Fue declarada conjunto histórico-artístico en 1951 y forma parte de la asociación "Los pueblos más bonitos de España".

Sus atractivos son múltiples. Además de hacer rutas de senderismo, se puede realizar descensos en kayak, o disfrutar de sus miradores y contemplar aves.