Ubicada en el fantástico y famoso barrio bohémio de Lapa, tiene un acceso fácil y definitivamente es un lugar que todo el mundo debe visitar en la Ciudad Maravillosa.

¿QUIEN CONSTRUYÓ LA ESCALERA SELARÓN?

Jorge Selarón fue un chileno nacido en 1947 el cual construyó la escalera. Era un viajante del mundo, pintor y artista de cerámica. Viajó por el mundo entero y vistió más de 50 países en America, Europa y Asia, cuando llegó a Río de Janeiro en 1983 se enamoró de la ciudad y decidió quedarse. El lugar que eligió para vivir quedaba en lo alto de la escalera, que conecta los barrios de Lapa y Santa Teresa. Para pagar sus cuentas en Brasil, Selarón vendía sus pinturas.

LA ESCALERA

Cuando Selarón se mudó para su casa, se dio cuenta de que la escalera estaba en pésimas condiciones. Nadie cuidaba de ella. En 1990 comenzó a renovar algunos escalones de su casa. Al principio colocó azulejos azules, amarillos y verdes (colores de la bandera Brasileña), como un tributo para los brasileños y para el equipo brasileño de fútbol de la Copa Mundial de la FIFA, en 1994. El proyecto comenzó como un hobbie pero poco a poco el proyecto se transformó en una adicción para Selarón. Cada vez que se quedaba sin dinero para comprar azulejos, vendía más pinturas.

Cuando vayas a visitar el lugar percibirás que más allá del azul, amarillo y verde, el color rojo también está muy presente en los dos lados de la escalera. Selarón comenzó con esos azulejos rojos luego de terminar el escalón 200. Rojo era su color favorito y también uno de los colores principales de la bandera de Chile.

Conforme el trabajo de Selarón se volvió más famoso el comenzó a recibir azulejos y cerámicas de regalo de viajantes que estaban en Río de Janeiro, lo que consideraba un regalo, poder colocar en la escalera los azulejos de turistas de todas partes del mundo. Eso también fue una buena manera de mantener el proyecto, ya que Selarón siempre tuvo problemas financieros.

Así fue y los visitantes del mundo entero comenzaron a traer azulejos de sus países de origen para ser sumados a la escalera. Hoy en día existen más de 2000 azulejos de 60 países.

Cuando visites este lugar verás que muchos azulejos pintados a mano por Selarón, poseen la imagen de una mujer africana embarazada. Selarón nunca habló de ella, sólo respondía que ella representaba un "problema personal del pasado". Entonces no sabemos cuál es la historia detrás de la mujer embarazada.

Existen por eso varias teorías, alguna de las cuales hablan de que ella fue la ex mujer de Selarón que lo abandonó o que murió junto al hijo que cargaba, pero para nosotros siempre será un misterio.

En la mayoría de esos azulejos, la imagen de la mujer siempre viene acompañada de homenaje en nombres de amigos, atletas, artistas y otros.

Así como los azulejos de la mujer embarazada son recurrentes en la escalera, podemos observar otros tipos de azulejos que se repiten en la escalera: son ellos en alto relieve (técnica que utiliza diferencia de profundidad en los detalles del diseño para provocar una sensación realista) además de aves, equipos de fútbol y sobre navegación.

EL FINAL DEL PROYECTO

Jorge Selarón comenzó a colorear las escaleras en 1990. En aquella época él decía que el proyecto terminaría solamente el día de su muerte. Ese día llegó 23 años después de comenzado el proyecto ¿Consigues imaginarlo? El hizo este mosaico a cielo abierto en un espacio público ¡durante 23 años de su vida! ¡Azulejo por azulejo, hasta el día de su muerte!

La historia de Selarón acabó de una forma muy triste. Fue en el año 2013, cuando la policía lo encontró muerto en frente de la escalera. Su cuerpo estaba lleno de marcas de quemaduras y hasta hoy no sabemos cuál fue la causa real de su muerte. Existen especulaciones de que fue un homicidio, otros dicen que Selarón se suicidó.

Algunas personas dicen que estaba en una depresión profunda en los últimos meses de su vida y casi no salía de su casa. Es de allí que vienen las especulaciones, por otro lado antes de ser encontrado su cuerpo por la policía, se escucharon gritos y perros ladrando alto. Este es un misterio que probablemente nunca será resuelto.

Pero la obra de arte de Selarón permanece viva y personas del mundo entero la visitan todos los días. Antes de su muerte Selarón fue reconocido por su obra: el fue nombrado ciudadano honorario de Río de Janeiro, un título muy importante para un hombre que dedicó 23 años de su vida para hacer las escaleras.