Park Hyatt Buenos Aires VOLVER

Detalles de Palacio

El Palacio Duhau sobrevive a la incansable ciudad, armonizando en sus líneas arquitectónicas pasado y presente, transformándose en silencio en un ícono de la antigua aristocracia porteña.

El hotel está conformado por dos edificios: el Palacio, con entrada sobre la Avenida Alvear, y el nuevo edificio sobre la calle Posadas, construido en total armonía con la arquitectura original. 

Palacio Duhau fue erigido en 1934 por el arquitecto francés Leon Dourge y ocupado originalmente por la familia Duhau. Es uno de los palacios que sobreviven en la ciudad y que forman parte de zona residencial más representativa de Buenos Aires, símbolo del estilo de la antigua aristocracia porteña. 

El majestuoso lobby del Palacio exhibe la famosa pintura "La Ronda", realizada en 1993 por el artista plástico argentino Guillermo Roux (2,46 m x 3,82 m). 

La atmósfera en ambos lobbies es calma, majestuosa y elegante, desbordante de luz natural y con magníficas vistas a los jardines del Palacio. Están decorados con cueros en tonos borravino, mármoles travertinos y maderas de roble.

Todas las habitaciones del Palacio conservan en su decoración el arte original.  

En los salones del Piano Nobile se sirve el desayuno a la carta, almuerzos livianos y delicados snacks durante el día, y por la tarde se destaca el distinguido y tradicional servicio de té. 

Los pisos de roble fueron restaurados y se logró reconstruir los mismos diseños que poseía el Palacio a principios del siglo pasado. El salón conserva la boiserie original, que fue recuperada y luego trabajada por expertos artesanos con hojas de plata.

Los paneles del Oak Bar fueron tallados en el año 1600 en roble europeo, para decorar la habitación de un hermoso castillo en Normandía, Francia.

Son destacables las tallas con imágenes recurrentes en la imaginería medieval, como San Jorge y el dragón, e imágenes de animales tocando diferentes instrumentos musicales.

En medio de un mundo vertiginoso, el Palacio Duhau ofrece un "Paraíso perdido": un magnífico jardín, un elegante santuario en medio de la ciudad.  

El paisaje fue creado y diseñado para ofrecer un jardín de rosas en primavera, una fuente con nenúfares en verano, un pequeño bosque de ginkgos dorados en el otoño y azaleas fucsia como una promesa del final del invierno.

El jardín del hotel esta concebido como un gran vacío, únicamente modelado en su superficie escalonada para el aprovechamiento del sol.  Incorpora a la escena  como experiencia estética la contemplación del "paisaje prestado"  por  los centenarios árboles de la Residencia Maguire (un histórico gomero) y de la Nunciatura (Gingkos).

Comparte tu opinión | Dejanos un comentario

Se deja expresamente aclarado que los comentarios realizados en los espacios de participación del Sitio son de exclusiva responsabilidad de sus autores, pudiendo estos ser pasibles de sanciones legales.

  © 2024 | Revista GO | Todos los derechos reservados | Politicas de privacidad